Autora. Sofía Vivero López.

Orientadora. Profesora Viviana Fernández Marcial. Universidade da Coruña.

Filiación institucional. Universidade da Coruña.

Designación del curso. Tercer ciclo. Doctoranda. Programa de Doctorado “Sociedad del Conocimiento: Nuevas perspectivas en Documentación, Comunicación y Humanidades”. Directora de Tesis doctoral: Viviana Fernández Marcial. Departamento de Humanidades. Área de Biblioteconomía y Documentación.

Fundamentos teóricos

El patrimonio cultural es un constructo social. El patrimonio no es un fenómeno natural, sino que se crea por el ser humano, contextualizado en un lugar y tiempo determinados y orientado hacia fines concretos. Como herencia colectiva del pasado, el patrimonio proporciona riqueza cultural a las generaciones presentes y futuras, así como su sentido de la identidad. La noción de patrimonio está caracterizada por su capacidad para representar de manera simbólica la identidad (Prats, 1997).

La identidad es el factor de unión de los pueblos y los bienes patrimoniales constituyen las representaciones simbólicas de las versiones de identidad de las comunidades. Así, el patrimonio cultural es un concepto complejo y extenso, que abarca bienes materiales e inmateriales, y todo objeto, incluso el más humilde, como producto y símbolo de una civilización determinada, se erige como representante cultural de ese momento histórico.

El destino de los bienes patrimoniales no se fija a priori, sino que la patrimonialización de los bienes se constituye a posteriori, en un proceso de selección en donde se les atribuyen nuevas funciones (Choay, 2007). La patrimonialización de los bienes dependerá de los agentes sociales, como los gobiernos, o de otros agentes, como los académicos y los gestores culturales. Pero la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation) reconoce que los grupos sociales también pueden proponer procesos de patrimonialización, en función de aquello que consideran importante y que determina la conducta de los individuos de manera significativa.

La importancia del patrimonio cultural inmaterial (PCI), más que la manifestación en sí misma, son las prácticas, técnicas y conocimientos que se transmiten. El PCI engloba los conceptos tradicional, contemporáneo y viviente, al incluir las tradiciones heredadas y los usos rurales y urbanos actuales de las comunidades. Es un patrimonio integrador, al contribuir a la cohesión social fomentando la identidad y la participación en grupos. Igualmente, es representativo; está vinculado de manera indisoluble a las comunidades y depende de la transmisión de costumbres y tradiciones. Y está basado en la comunidad; son los grupos o individuos los que lo crean, mantienen y transmiten. Estos rasgos caracterizan la naturaleza de este patrimonio, al tiempo que dificultan su recuperación y conservación (UNESCO, s.f.).

La noción de patrimonio está vertebrada por la idea de que pertenece a todo el mundo: su protección y preservación lo es para todos, y su acceso debe ser universal y permanente. Para la conservación del PCI, la UNESCO (2003) propone la aplicación de una serie de medidas, como la identificación, recuperación, documentación, preservación, protección, valorización, transmisión, promoción y revitalización. El éxito de estas medidas depende de las comunidades, de aquellos quienes contribuyen a enriquecer la diversidad cultural y promueven la creatividad humana. Ahí donde se crea cultura, se trasciende la propia individualidad y se formulan espacios integradores en los que pensar sobre los valores morales, la naturaleza del ser humano, etcétera. En esta línea destacan trabajos como las Listas del Patrimonio Cultural Inmaterial y el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia de la UNESCO, el proyecto de A música portuguesa a gostar dela própria, la base de datos del Patrimonio Cultural Inmaterial de Andalucía, o el truncado Proxecto Ronsel, fruto de la colaboración de la Xunta de Galicia y las universidades gallegas.

Pese a los esfuerzos de estas y otras organizaciones e iniciativas, la riqueza del PCI es inmensa, y se corre el riesgo de que gran parte de la misma pueda ser olvidada. Las tradiciones desaparecen, si no reciben la protección adecuada. Las costumbres y prácticas de un colectivo, de una región, se transmiten de manera natural y espontánea, sin que medien mecanismos de fijación del conocimiento para garantizar su preservación en el tiempo. El PCI no posee una ontología de fácil identificación y aprehensión.

Debido a la fragilidad sustancial del PCI, y la problemática que conlleva su identificación, recuperación, aprehensión, documentación y promoción, el problema que se plantea y se aborda en esta investigación es cómo proteger, organizar y poner en valor este tipo de patrimonio desde la perspectiva de gestión de la información y del conocimiento, en el marco de la epistemología de la documentación.

Objetivos

La idea que vertebra la investigación es el cuidado del PCI, en base a criterios científicos, aunque sin dejar de reconocer los vínculos emocionales que arraigan en la propia singularidad de los sujetos. En este sentido, el objetivo principal de la Tesis doctoral es diseñar un nuevo modelo de gestión de la información para la documentación y promoción del PCI de manera sistemática, basado en los criterios de recuperación, organización, catalogación, aprehensión y difusión del conocimiento.

Para llevar a cabo el objetivo principal, se plantean los siguientes objetivos específicos:

1) Elaborar el marco teórico y conceptual, fundamentado en los ámbitos de estudio de la organización del conocimiento, documentación del patrimonio y marketing cultural.

2) Estudiar y analizar los métodos de inventario, representación y transmisión del PCI de los proyectos y actividades sobre patrimonio de instituciones y organizaciones nacionales e internacionales.

3) Desarrollar una metodología basada en los principios de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), así como en la participación ciudadana.

4) Elaborar un plan de promoción para impulsar y dinamizar una estrategia de visibilidad y logro de valor añadido, en la vertiente práctica, digital, del modelo de gestión del PCI.

Metodología

La investigación científica se fundamenta en el método-empírico analítico. Con la finalidad de analizar en profundidad el PCI y proponer un modelo de gestión de la información para la organización y difusión del conocimiento de la cultura viva, se perfila una estrategia en donde confluyen técnicas cualitativas y cuantitativas. Como técnicas cualitativas se distinguen el análisis documental y de contenido, destacando la investigación bibliográfica y el examen de sitios web, la entrevista en profundidad, la observación directa y los grupos de discusión. Las técnicas cuantitativas seleccionadas son la encuesta, elaborando un cuestionario como instrumento, y el análisis estadístico.

Para identificar los antecedentes y las investigaciones actuales, se revisan los trabajos de investigación y publicaciones realizadas sobre el patrimonio y el PCI en los últimos años, en relación con las investigaciones de intelectuales y especialistas en los ámbitos antropológico, documental, tecnológico, ético e histórico, así como de gestión cultural, políticas culturales, marketing y organización del conocimiento.

Para determinar el alcance de la noción de patrimonio se parte la Charter for the Conservation and Restoration of Monuments and Sites (1964), conocida como Venice Charter, y se analizan las demás aportaciones y recomendaciones de instituciones internacionales como la UNESCO y la ICOMOS (International Council on Monuments and Sites). En el marco normativo se atiende al panorama legal actual en materia de PCI, a nivel regional, nacional e internacional.

La significación del PCI implica la revisión de conceptos básicos, ahondando en la dicotomía material/inmaterial, la fundamentación en un régimen de objeto o el paradigma universalista. Se identifican los pilares de la cultura de la memoria y la construcción de identidades (Hall y Gay, 1996). Asimismo, se tienen en cuenta los valores, de manera específica y precisa, enraizados en el contexto social (Smith y Campbell, 2018). Se parte de las aportaciones de Choo (1996) para la organización del conocimiento y creación de nuevos significados, así como del uso de la información en la resignificación de los bienes patrimoniales. Y, siguiendo a Vickery y Vickery (2004), se analizan, de manera integradora, recursos web, como plataformas y medios de divulgación del PCI, las herramientas que estos utilizan para documentar el patrimonio y los modelos de gestión en que basan sus estrategias.

Desde el marco proporcionado por la organización del conocimiento y el universo digital, se trabaja en el desarrollo de un modelo de gestión de la información que permita documentar los bienes del PCI, respetando todos sus rasgos y peculiaridades, priorizando los usos del PCI, además de su conservación perenne (Ballart Hernández y Tresserras, 2001). La visión del patrimonio que proporcionan las TIC aporta nuevas estrategias de presentación, como los arquetipos en colaboración. Entre estas políticas de colaboración abierta (crowdsourcing) destaca la creación de contenidos (crowdcontent). Se perfila que el dominio de lo digital reconfigura cada vez más las relaciones de las personas con la cultura (Anglada, 2014).

En el diseño del modelo de gestión confluyen la creación de un lenguaje documental, la categorización de los bienes y un sistema de evaluación de la calidad, y se establecen acciones complementarias para el procesamiento y diseminación de la información adquirida en entornos colaborativos, dentro del planteamiento cognoscitivo de la Information Science (Debons, Horne y Chowdhury, 1998).

La promoción es una de las herramientas clave del marketing mix. Los estudios de Fernández Marcial (2015) desarrollan la aplicación de los principios del marketing cultural en el ámbito de las instituciones de la memoria. En esta línea, se ejecuta una estrategia de promoción para dar visibilidad al modelo informacional, en su proyección digital, lo cual proporcionará impacto y visibilidad tanto al modelo en sí mismo como a los resultados, en cuanto creación de nuevo conocimiento.

Resultados

Con esta propuesta epistemológica y metodológica se pretende crear un instrumento y un método de trabajo que permita realizar avances en el conocimiento teórico, conceptual y científico para el inventario, sistematización y protección de esta ontología huidiza, en la cual lo etnográfico y lo universal conviven sin dificultad, pero de manera problemática cuando nos proponemos su recuperación y organización.

Sobre la utilidad y proyección de la investigación, se identifican estas contribuciones:

• Reconocimiento de los grupos e individuos en el marco de las prácticas que configuran el PCI de las distintas comunidades.

• Aprovechar los conocimientos para el devenir de la vida cotidiana, en donde tienen lugar las distintas versiones de identidad

• Fomentar el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana.

• Dar visibilidad a los bienes, impulsando una pedagogía del patrimonio en atención al respeto y al desarrollo sostenible.

• Ser objeto de estudio para investigaciones sobre las formas, manifestaciones, atributos y elementos del PCI.

Las metas del trabajo sitúan el proyecto en el marco de las líneas estratégicas de investigación que recogen las nuevas metodologías en el ámbito de la cultura, entre cuyos objetivos está la búsqueda de nuevos caminos y fórmulas innovadoras en los estudios culturales, en este caso, sobre el PCI. De esta manera, los retos a los que se enfrenta la investigación son de naturaleza social, humanística y tecnológica.

Referencias bibliográficas

Anglada, L. (2014, marzo-abril). De qué hablamos cuando hablamos de políticas de información. El profesional de la información, 23(2), 105-112. doi: 10.3145/epi.2014.mar.01

Ballart Hernández, J., y Tresserras, J. J. i. (2001). Gestión del patrimonio cultural. Barcelona: Ariel.

Choay, F. (2007). Alegoría del patrimonio. Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

Choo, C. W. (1996). The knowing organization. How organizations use Information to construct meaning, create knowledge, and make decisions. International Journal of Information Management: The Journal for Information Professionals, 11(1), 329–340. doi: 10.1016/0268-4012(96)00020-5

Debons, A., Horne, E, y Cronenweth, S. (1998). Information science: Integrated view. Boston: G.K. Hall.

Fernández Marcial, V. (2015). Marketing mix de servicios de información: valor e importancia de la P de producto. Bibliotecas. Anales de Investigación, (11), 64-78. Recuperado de http://revistas.bnjm.cu/index.php/anales/article/view/3387

Prats, L. (1997). Antropología y patrimonio. Barcelona: Ariel.

Smith, L., y Campbell, G. (2018). The Tautology of ‘Intangible Values’ and the Misrecognition of Intangile Cultural Heritage. Heritage & Society, 10(1), 26-44. doi: 10.1080/2159032X.2017.1423225

UNESCO. (2003). Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Recuperado de https://ich.unesco.org/es/convención

UNESCO. (Sin fecha). ¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial? Recuperado de https://ich.unesco.org/es/que-es-elpatrimonio-inmaterial-00003